miércoles, 28 de septiembre de 2011

EL DRAGÓN ALDITO

Un día los chicos mi clase (6ºA) estábamos jugando al fútbol, y las chicas bailando (tanto bailan que me mareo). Yo disparé un derechazo con mis boticas de fútbol y el balón se fue a las nubes. Me dijo David:

-Ricardo vaya puntería, ve a cogerlo.

Respondí:

- Vale.

Vi un huevo y me pregunté: “¿Qué es esto? ¿Se lo enseño a mis amigos?”. Al final lo enseñé, y me dijeron todos, quitando a David que no tenía palabras:

- ¡Qué guapo!

Y se empezó a abrir. ¡ERA UN DRAGÓN! Pero sólo decía “Aldito”. Dije:

- Te llamaré Aldito.

El dragón contestó cariñosamente:

- Aldito, aldito, aldito, aldito, realdito.


Le enseñamos a jugar al fútbol y captó la idea. Era la mar de bueno, era el que tiraba con una zurda inigualable, era de una calidad exquisita. Cuando cumplió once días, le dijo a Álvaro:

- Altiti, altoto, altitico, alditico .

Dijo Álvaro:

-¿Qué narices dice?

- Te dice: “quiero el teléfono móvil”- Le respondí.

Álvaro me preguntó:

- ¿Cómo lo sabes?

-Lo he mirado en el diccionario español – lenguaje de dragones “alditos”.

Álvaro le dio su teléfono móvil. El dragón telefoneó al número 98944125310. Sólo se podía escuchar: “Altico coooooollll titiboti”

Alberto exclamó:

- ¡Mira el cielo, hay dragones!

Uno de los dragones nos dijo:

- Os retamos a un partido de fútbol 7, con Aldito de nuestra parte, claro.

Aceptamos. Nuestra alineación era: Darío en la portería. En la defensa Adrián y yo. En el medio campo Ángela. De delanteros los dos compañeros Javier y Álvaro. Raúl, Inés, las dos compañeras Ana, David, Wadie, Maria, Laura, Marta, David, las dos compañeras Paula, Alberto, Mari Carmen, Rosario, Andrés, Claudia, Cristina, Belén y Julia estaban en el banquillo. Nos metieron un gol en el minuto 86. Hicimos estos seis cambios:

Álvaro - Alberto
Javier - Raúl
Ángela - David
Javier - Andrés
Adrián - Inés
Darío - Claudia

Entonces Álvaro me dio el brazalete de capitán. Lancé una falta a lo Cristiano Ronaldo y metí el gol del empate en el minuto 90. Se añadieron cuatro minutos. Me regateé a todos, e hice una rabona con chilena y marqué. ¡FINAL CON 2-1 EN EL MARLADOR!

FIN

sábado, 17 de septiembre de 2011

El colegio embrujado. 2ª parte.

En el otro libro no os presenté a los personajes: Alberto, Ricardo (yo), Álvaro, Adri, Javi , Javi , María, Marta, Ana , Ana , Inés, Belén, Raquel y muchos más.

Entonces estábamos en la jaula y tuvo una idea Javi . Es tan flaco que ya sabéis (irse de la jaula por las rejas). Y lo hizo. Cogió las llaves y nos liberó. Entonces yo dije:

- ¡Haremos una máquina para destruir a la profesora maldita!.

Álvaro se puso manos a la obra e hizo este arma (*), y disparamos un rayo. Yo le dije a Álvaro:

- ¡Haz un “atrae-espectros”! (*). Y ahora a encontrar a la bruja.

Adri cogió el balón. En marcha utilizamos y detectamos a la bruja. Le dimos con el balón. Ah, y le dimos con el arma. Y el cole se liberó de la maldición.

Granada, enero de 2010.

viernes, 16 de septiembre de 2011

El colegio embrujado. Primera parte.


Había una vez un colegio tranquilo. Un niño que se llamaba Ricardo y veintisiete niños más en 4º A. Y dividido en tres grupos. Los futboleros, las exploradoras y las que cantan (las divinas de patito feo).

Antes de nada me presento.  Mi nombre es Ricardo, y formo parte de los futboleros.

Un día, el doce de febrero, sucedió a las once y media. Primero sucedió que el balón estaba loco. Lo segundo que las exploradoras vieron una persona en la lupa. Y tercero, las chicas (mayoría), estaban escuchando las divinas (de patito feo y no lo repito más). Se escuchaba:

- Uuuuhh. Tengo  un mensaje. Estáis atrapados, ja, ja, ja.

Y dice una chica:

- A mí me gustaban más las divinas.

Los del fútbol decían:

- Este balón está….

Y sonó la música. La Seño estaba mala y vino la otra sustituta de emergencia. Era malísima. Nos mandó una hoja de deberes (¡divisiones de tres mil cifras!). Nos dimos cuenta enseguida que era una trampa. Vimos una hoja igual, y la Seño se dio cuenta y dijo:

- ¡Malditos, tengo la llave y nos saldréis nunca, nunca, nunca!.

Y nos vimos en una jaula. Ya sabéis embrujada. Y todos nos dimos cuenta que la Seño era mala en fútbol, pero podía volverse invisible y tocar el balón. Era la cara de la Seño en la lupa. La Seño siempre decía “uuuuhhh”

Continuará.